El amor y el sexo acaparan buena parte de nuestras vidas.
Hombres y mujeres sorprendemos, deleitamos y pedimos no ser decepcionados. Pero no siempre atienden nuestros ruegos, y los caprichosos vaivenes de uno y otro nos proporcionan no pocos quebraderos de cabeza, cuando no nos sumen en el mas absoluto desconcierto.
En definitiva, podría decirse que nos pasamos la existencia como simples aprendices de amantes.
¿Porque algo tan natural debe crearnos tantas inestabilidades?
No confundas el amor con los placeres del sexo. Te parecerás como a aquellos turistas que creen conocer bien una ciudad por que han visitado su parque de atracciones.
Mejor soportar la soledad hasta encontrar el amor que encontrar el sexo y maquillarlo de amor.
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