Para que el amor pueda resplandecer se debe estar al día, en un movimiento continuo, para construir nuevas lunas.
Amar es adentrarse al río fluyente y constante; así, la ternura es la paz, es el influjo, es la serenidad, es la bondad.
La pareja debe elegir el cambio para vivir la experiencia y estar en conocimiento profundo del otro. La ternura es un sentiimiento sonriente que rompe las tinieblas de la frialdad; estar en el amor es desconocerse y volverse a conocer continuamente, es la búsqueda constante en un vaivén; es mecerse en el descoonocimiento y el conocimiento; es ser y no ser; es libertad para desatar al prisionero, cuando son pájaros los ojos y pájaros los dedos.
"Horacio Jaramillo"
La libertad amorosa es una unión en un sí o un no, para así encontrar con la sencillez del lino la eternidad de una sonrisa o de un beso, y comenzar a caminar en el amor cadencioso, por las aceras mojadas de la vida
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